El templo de Apolo
La esfinge de Delfos
Cabeza de Apolo, uno de los pocos restos de esculturas de marfil y oro que se conservan.
El auriga de Delfos
El Ónfalo, según la mitología, Zeus soltó desde cada extremo del mundo dos aguilas y se encontraron y posaron sobre esta piedra. De esta manera se sabía que Delfos era el centro del mundo.
Es la original, se que sólo es una piedra, pero acojona pensar que estás viendo la misma delante de la cual la gente hacía sus libaciones hace 2800 años.
Escribiendo esto se me ponen los pelos de punta, así que imaginaros allí... y así en todo el viaje y en todas las visitas.
Monumento en el sitio de la batalla de las Termopilas. Sólo es esto, hubo una batalla, no había construcciones ni nada.
Y por último visitamos los monasterios de Meteora, que es muy guapo y muy impresionante, pero no me llegó igual, que lo que es Grecia clásica. I'll be back.